
a los postres
a los postres nadie se quedó
era un almuerzo para quinientas personas
digo bien
UN almuerzo
(el sentido del humor del maestro surrealista Dalí no tenía límite y los 499 gilipollas restantes q habían asistido al evento, lo observaban atónitos mientras devoraba el único almuerzo servido)
Edu BB Videla (c) 2009
4 comentarios:
me imagino la cara de Dalí... y la de los comensales!!!
seeeeeeeeeeeeeee
un fenómeno Dalí
terminé de comprender su talento cdo vi su obra en vivo y en directo en el palacio q tenía en Figueras al norte de Barcelona
bbesos de lobito surrealista
besitos surrealistas de pajarita que se va a almorzar sin convidar!
Edu, por aquí anduve. Hacía un rato que no te leía.
Te dejo esta huellita Porteña y me afecto.
Virginia.
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