La insoportable profundidad del ser.
Como cuesta crecer y desprenderse de los viejos hábitos.
En Argentina.
Hay una parte
obsoleta de la
sociedad q se niega a abandonar su situación de poder, de abuso, de desigualdad, de impunidad.
Se trata de una
derecha reaccionaria (la peor imagen de los conservadores)
Estos seres q han sangrado este suelo, disfrazados de liberales o neoliberales, nos han hecho caer en la trampa
vendiéndonos un edén ficticio. En pos de una
libertad inalcanzable, vamos como bobos detrás de su zanahoria maloliente.
A esta
elite de la desgracia se le suma (en
connivencia con esa derecha reaccionaria) lo más
terrible de un
sindicalismo patotero, manejado por jefes pseudo mafiosos q en vez de defender a sus asociados los explotan.
Parece
un big joke (un gran chiste)
El poder hegemónico q se atrinchera y
manda a sus cipayos con toda la artillería posible. Periodistas o famosos chupamedias queriendo meternos
miedo, diciendo q estamos volviendo a la
violencia de los setenta. Y me acuerdo del gordo Soriano y su
“No habrá más penas ni olvido”. En aquellos años se mataban unos a otros, confundidos en una ideología desquiciada y paupérrima, q al final le hizo el juego a esta
rancia oligarquía.
Como seguramente
recordarán, este intento de ahora (ya q no consiguen q la policía reprima o mate a alguien, ellos contratan a los sicarios q les proporcionan
el muerto necesario) les dio muy buen resultado en el 2001 (a Duhalde entre otros) para
rajar al inepto de De La Rúa.
Pero se equivocan, es una
receta agotada, como las tantas otras q han intentado.
La sociedad está cambiando. Por supuesto q esta ralea tiene mucho q perder así q no cejarán en su intento por proporcionarnos todos los malos ratos posibles.
Nos, los q queremos
vivir en paz y dignamente debemos seguir evolucionando. Atentos a los ataques de un poder concentrado en decadencia, q se resiste a abandonar los lugares de privilegio. Y sobre todo insiste y nos quiere seguir
marcando la agenda y el rumbo, tratándonos como
idiotas.
Adoptando el
principio espartano de
no retroceder ni rendirnos,
sin olvido ni perdón a los asesinos. Trabajando cada día, inspirándonos unos a otros en una
conciencia colectiva q nos permita
vivir en una sociedad más justa y equilibrada.